Oraciones de protección
En un mundo con peligros inminentes en todas partes, colocados allí estratégicamente por el mismísimo mal para atentar contra los hijos del Creador, estar protegidos y con la bendición del Altísimo es supremamente importante si se quiere triunfar.
Dios no es llamado el “Señor de los Ejércitos” por sólo mencionarle, sino él mismo condujo a sus elegidos por el camino, para lograr la conquista, claramente como fue en la campaña de David a Israel o la recuperación de le Tierra prometida por parte de Josué.
Ya han pasado varios milenios desde que Dios mismo realizó el pacto con el patriarca Abraham y desde ese instante, desde esas 42 generaciones hasta hoy y hasta siempre, el Dios de los Ejércitos siempre protegerá a quienes lo invoquen.
Índice de contenidos
Oraciones de protección disponibles
En la parte que sigue, vamos a dejarte un menú de navegación que incluye cada una de las oraciones de protección que hay disponibles hasta la fecha en este medio digital. Para navegar hacia alguna de ellas simplemente debes hacer clic (o tocar) sobre la imagen respectiva.
-
- Personal
-
- Para el hogar
-
- Contra brujería
-
- San Miguel Arcángel
-
- Para el trabajo
-
- Diarias
-
- Contra enemigos
-
- A los hijos
-
- San Miguel Arcángel, fuertes
-
- Católicas
-
- Liberación
-
- Para los hijos
-
- Contra el mal
-
- Con la sangre de cristo
-
- De Dios
Lista de reproducción en YouTube
¿Prefieres una oración si está en video o en texto? En caso de que la opción primera sea la que más te guste, ¡entonces felicidades!, pues a continuación dispones de la lista de reproducción de videos de nuestro canal en YouTube, que contiene cada una de las plegarias que salen en el menú de navegación de hace un instante.
La defensa para los hijos
Sin dudas los hijos son el regalo más preciado para una madre y cómo no quererlos si compartieron dentro de su ser 9 meses, así como María Santísima llevó dentro de su vientre al Rey de Reyes, él sabe y comprende el enorme amor de las progenitoras.
No importa si un hombre atraviesa camino de fuego, una madre siempre que ponga a su hijo en su corazón y lo lleve a oración con Dios, éste lo protegerá con su preciosísima Sangre, derramada de lo alto del madero de la cruz y con el manto sagrado de Maria Santísima, así aunque sean mil a su izquierda y mil a su derecha, nada le pasará.
También otro ejemplo de amor de madre a hijo fue con el profeta Elías, quien se quedó en casa de unas viuda en Sarepta y tras un tiempo el hijo de esta mujer murió, ella imploró al profeta que lo resucitara y este imploró insistentemente a Dios hasta que devolvió el niño a la vida y pudo disfrutar con su madre.
También la historia de la viuda de Nain, donde Jesús de Nazaret no dudo en resucitar al hijo de esta mujer, para que ella no quedara desamparada en medio de una difícil Judea del siglo I.
La defensa para los padres
Dios no duda en escuchar a quienes invocan su poder para poner a salvo a sus progenitores, claramente su palabra dice “Quien honre y cuide a sus padres, tendrá largos años y su oración será escuchada”, dicho esto, el mismísimo Creador del universo, no sólo da total seguridad sobre la protección a la madre y al padre, sino además recompensará al hijo que lo haga de corazón.
El Arcángel Miguel es el protector por excelencia, él no dudará en sacar su espada y aniquilar todo mal o daño que se quiera tener en contra de los seres más hermosos, como son la madre y padre.
El Espíritu Santo, el fuego del mismo Creador, es también otro gran protector, quien con su gloria moverá todo, absolutamente todo para que los padres de quién invoco estén completamente a salvo y puedan disfrutar esta vida en compañía de sus hijos.
Si el Dios de Israel no quisiera proteger a los padres e hijos, no le habría dicho a Abraham “Tu descendencia será tan numerosa como las estrellas del cielo”, así deja claro el sentimiento del Altísimo con la descendencia y la gracia del mismo con ellos.
La cobertura celestial en el mundo
Para quien invoque al Dios de Israel, no quedará defraudado nunca, no importa lo enorme del peligro o tribulación, Dios siempre estará allí para socorrer a sus ovejas.
Los jóvenes apresados por Nabucodonosor invocaron a Dios y éste envió un ángel que los cubrió dentro del horno, no permitió que ellos se quemaran y salieron sanos, gracias a que pidieron protección a quien todo lo puede, al Rey de Reyes.
Así Daniel mismo puso su confianza en Dios y dentro del foso de los leones salió vivo y sin ninguna herida, mientras sus enemigos al ser arrojados fueron destrozados casi de inmediato. Daniel se salvó debido a la protección del Señor.
No sólo son esos dos ejemplos, en la vida diaria se pueden escuchar miles de testimonios, de personas que han sido protegidas gracias al poder de Cristo, de una forma que ni ellos se explican.
Cómo se debe realizar la oración
Para que Dios escuche una oración se debe ir con un corazón limpio, sin tener nada contra un hermano, de ser así es necesario realizar antes las pases, claro está si esto es posible, ya que muchos casos pueden ser complicados, pero de ser así, Dios entiende por completo.
Además colocar de corazón lo que se quiere recibir, no dudar que se podrá tener esa protección tan deseada y sentir desde lo más profundo del ser, como el Señor se manifiesta poco a poco y no dejará caer bien sea a quien pidió la protección o algún ser cercano por el cual se invocó al Padre.
El Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob nunca dejará de proteger a sus fieles, como lo hizo con José, quien siendo el menos querido por sus hermanos y abandonado, el Señor le otorgó una habilidad única como interpretar sueños y así logró ser el segundo al mando de Egipto. De esta forma se demuestra la misericordia y protección que Dios tiene para quienes confían en Él.
Jesús: nuestro protector y salvador
Cristo amó tanto al mundo que no dudó en cargar una pesada cruz, para que así todos tengan vida eterna. El no sólo salvo a una mujer de ser apedreada sino defendió en vida a muchas personas y hoy lo continúa haciendo para todos aquellos que son fieles a su palabra e invocan su nombre con todo el corazón y toda la fe posible.
Jesús de Nazaret desea siempre proteger la obra de su Padre Celestial, sanar a quienes padecen, calmar a quienes se angustian y ayudar a quienes cargan una cruz a cuestas. Por este amor tan grande, tan enorme, demostrado de mil maneras, no es de dudar que Dios, Cristo nunca quiere que sus hijos estén mal y siempre que lo invoquen él los protegerá con su poder, su espíritu y preciosísima sangre.
